Los Derechos Fundamentales de los Venezolanos

Es asombroso a lo que puede llegar un gobierno que no siente respeto ni por sus habitantes ni por país alguno. Haciendo un poco de historia, hay que recordar que en el año 2006, cuando se presentó ante la Asamblea General de la ONU la creación de este organismo, hubo 3 países que se abstuvieron en la votación: Bielorrusia, Irán y Venezuela; puras joyitas debo decir. Igualmente, no es casual que no hace mucho, en Octubre de 2012, el Estado Venezolano, al presentar el informe para el Examen Periódico Anual del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, haya recibido por parte de este organismo 155 recomendaciones para un mayor respeto a los Derechos Humanos en el país, de los cuales aceptó unos y rechazó otros; entre los rechazados, como cosa rara, se encontraban: recibir visitas de expertos internacionales de la ONU en temas de Derechos Humanos, suscribir nuevos documentos de respeto de los DDHH, elaborar un Plan Nacional de Derechos Humanos en consulta con la sociedad civil, entre otros.

Pareciera pues que la intención del Gobierno Nacional de formar parte de este organismo de la ONU, no está orientada al respeto y promoción de los DDHH dentro del territorio nacional, sino, por el contrario, va dirigida nada más que a intentar ocultar las violaciones de los derechos fundamentales de los ciudadanos de este país, de las cuales es su verdugo.

Es una total contradicción que, mientras el Estado Venezolano realiza su retiro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con lo cual quedó demostrado que le importa poco el respeto a los Derechos Fundamentales de los Venezolanos, ahora quiera venir a formar parte de este organismo.

Considero que no existe ningún sustento moral que deba apoyar esta postulación cuando hoy en día el Gobierno Nacional mantiene presos políticos en sus cárceles; continúa con su política de censura a la libertad de expresión, esa misma que cerró a RCTV en 2007; aún pretende implantar una educación ideologizada ahora a través de los Consejos Educativos y prosigue con su persecución a todo aquel que alce su voz disidente frente a las violaciones cometidas por este gobierno.

Reza en el preámbulo de la Declaracion Universal de los Derechos Humanos, en su primer considerando que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.  Así pues, un Estado que desee formar parte de un Consejo que sea responsable de promover el respeto universal por la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas; debería primero compartir los fundamentos de la Declaración de los Derechos Humanos, así como respetar esos mismos derechos, los cuales adquirimos desde el momento que nacemos sin importar el lugar, la religión, ni la raza a la que pertenezcamos.