miércoles, 19 de junio de 2013

El ilegitimo visita al Vaticano!!!



Las actuaciones del Consejo Nacional Electoral y las omisiones del Tribunal Supremo de Justicia con relación a las pasadas elecciones presidenciales, reafirman la convicción de fraude existente. Un manto de ilegitimidad rodea a Nicolás Maduro. 

Su designación inconstitucional como encargado de la presidencia siendo vicepresidente y las precipitadas proclamación y juramentación al margen de la ley, sería suficiente para desconocer su investidura en cualquier país democrático. Aquí no. Desdibujada la Constitución y muerto el Derecho, hay pocas esperanzas para resolver civilizadamente el problema. Sin embargo, Maduro ayuda con su torpeza infinita. 

Las cosas aparentemente buenas que se propone, le salen mal y las cosas malas las hace perfectas.
Maduro ha iniciado contactos a los más altos niveles buscando legitimación y reconocimiento internacional como respuesta al sentimiento cuestionador de la mayoría del país. Ofrece, compromete al país, ratifica convenios de dudosa conveniencia, firma otros de naturaleza desconocida pero de elevados costos, insoportables para las destartaladas finanzas públicas. Alborota a los petrochulos del continente y profundiza la relación con países totalitarios y organizaciones subversivas y comunistoides en el mundo. 

Alborota a dirigentes y sectores bien financiados, pero todo se le derrumba cada vez que abre la boca sobre temas trascendentes. Insólita la manera como alteró la relativa normalidad de las relaciones con Colombia. Las acusaciones directas contra Santos y Uribe, contra los sectores económicos de allá y de aquí, los señalamientos a la Gente del Petróleo que trabaja exitosamente en el hermano país como responsables de la compra de ocho aviones de guerra para la oposición venezolana, para derrocar al gobierno y matarlo a él, para sólo citar algunas cosas lo proyectan como un irresponsable no apto para desempeñarse como Presidente.

Ninguna prueba relativa a las graves acusaciones conoce el país. Las relaciones están en un mal momento. La torta está puesta. Ahora busca refugio y la legitimidad perdida en la jerarquía eclesiástica nacional y llega hasta el Papa Francisco. El tipo no sabe nada de nada, menos sobre el delicado mundo que explora. Cual sera la verdadera intencion de esta visita al Vaticano!!!!!

No te vistas que no vas Juan



De esta manera Henrique Capriles, le dejó claro al concejal Juan Pablo Guanipa que la candidata para la Alcaldía de Maracaibo es Eveling Trejo ante su insistencia de convocar unas primarias para elegir un abanderado por la oposición para las municipales del 8 de diciembre.

“La unidad decidió que la candidata es Eveling (Trejo) y ella es la candidata del 8 de diciembre. Cualquier cambio debería decidirlo la unidad, no Capriles”, soltó Capriles tras ser consultado sobre este tema, durante la transmisión de su programa transmitido vía internet.

“Juan Pablo (Guanipa) ha hecho un planteamiento, pero hay reglas que todos tenemos que acatar. En ese sentido soy absolutamente disciplinado. Las reglas están para respetarlas y esa ha sido mi posición sea mi hermano, mi amigo o quien sea. En algunos municipios si se dividen en dos candidatos gana un enchufado”, expresó el líder de la oposición.

Mientras Capriles fijaba su posición, desde Miranda, Guanipa encabezaba el cuarto día de jornada de recolección de firmas en el sector La Curva de Molina, en pleno corazón del oeste de la capital zuliana, y señaló: “Seguiremos luchando y esperamos que la MUD abra sus ojos ante la realidad de Maracaibo y abra su boca para decir que habrá primarias”.

El coordinador regional de Primero Justicia negó que con su aspiración busca dividir a la oposición. “No estoy planteando otra cosa que no esté dentro del marco de la Mesa de la Unidad, lo que propongo es que la gente tenga la oportunidad de decidir quién debe ser el abanderado a la alcaldía de Maracaibo.” A la vez aseguró que recibió unas “encuestas de Datanálisis que revelan que cerca del 80 % de los integrantes de la oposición estaría dispuesto a apoyar la realización de unas primarias”. Precisó que en cuatro días el voluntariado ha recolectado más de 30.000 firmas.

El pronunciamiento de Capriles de inmediato generó reacciones entre los partidos y dirigentes que hacen vida en ella. Luis Hómez, quien presidió la comisión electoral de las primarias en Zulia, consideró “un error haber incluido la selección de candidatos a alcaldes con tanta antelación”. Defendió la posición de Guanipa al expresar que “no puede satanizarse por advertir esa realidad y defender su liderazgo que cuenta con un respaldo popular cada vez mayor. “Ningún partido regional ha tenido más hegemonía que Un Nuevo Tiempo (UNT) en el Zulia, convirtiéndolo en ocasiones en un partido irrespetuoso de las minorías. Sin embargo los tiempos han cambiado y Maracaibo requiere un gobierno de unidad y concordia, no un gobierno de sobrevivientes.

Para el politólogo Jesús Castillo, “Guanipa tiene su legítimo derecho de solicitar unas primarias. La MUD está siendo dictadora al no revisar las realidades en varios municipios del país”. Sostiene que “el que divide es la MUD al ser intolerante y no entender que los escenarios políticos han cambiado demasiado. Eveling no es la mejor en este momento, solo que Maracaibo responde a intereses opositores”. “Capriles lo que está es enredado en decir que el CNE le robó las elecciones y llamar a votar en las municipales con el mismo CNE que él dice que le robó las elecciones”, añadió Castillo.

Ricardo Lobo, historiador y analista, señaló que “la cuestionada gestión de la señora Trejo es la que produce la sensación de que otros dirigentes como Guanipa aspiren. Esto no es un problema del Psuv y tampoco lo propicia”. Ahora bien solo me queda decirles que si JuanPablo Guanipa no es el candidato de la oposición, perderemos a Maracaibo. Si señores esteremos entregandola en Bandeja de plata al PSUV.....

Según Lobo, la situación entre PJ y UNT también cambió después de la presentación del audio en el que el diputado Heliodoro Quintero contó lo que hizo con Juan Carlos Caldera dejando al descubierto la guerra que se desató entre Manuel Rosales y el mismo Capriles”.

lunes, 10 de junio de 2013

Que Fracaso del Socialismo Petrolero!!!!




La bancarrota económica en que, inapelablemente, se hunde el “Socialismo del Siglo XXI” (que una vez llamé desde esta misma columna “Socialismo Petrolero”), es la prueba incontrastable de que, el sistema económico inventado por Marx y Engels, ni siquiera pierde su carácter utópico en un país rentista, donde, un abultado ingreso producto de la exportación de una materia prima de altos precios y de alta demanda, le resuelve el problema de la acumulación de capital.


Pecado original al cual se atribuyó el fracaso del socialismo en los países pobres y atrasados que lo intentaron implementar a lo largo del siglo XX, (la Unión Soviética, China, los países de Europa del Este, Cuba, Corea del Norte y Vietnam), pero que se pensó exorcizado cuando en un país de América del Sur con la más grande producción de petróleo del mundo occidental, se quiso demostrar que el socialismo no estaba muerto. Era febrero de 1999 y el “aprendiz de brujo” era un teniente coronel, Hugo Chávez, que luego de fracasar en una intentona golpista 7 años antes, participó en las elecciones democráticas de diciembre del 98, y las había ganado con una oferta, donde, si no se vendía el socialismo, si se atraía a los más pobres con un populismo radical que los conducía a una “democracia participativa y protagónica” que era la puerta de ingreso a la justicia y la igualdad política y social.

No estaban altos los precios del petróleo en aquellos comienzos (entre 20 y 30 dólares el barril promedio para una producción de 3 millones y medio de barriles diarios) y “nuestro aprendiz”, sin duda que preparándose para tiempos mejores, no quiso alejarse de la fase instrumental del proyecto que durante 4 años se limitó a convocar una constituyente, desmontar el llamado aparato de dominación burguesa constituido por las instituciones democráticas, aplicarle una política de “limpieza ideológica” a la FAN y PDVSA que desde entonces pasaron a ser chavistas, o “rojas rojitas” (hasta 25 mil trabajadores fueron despedidos de la estatal petrolera de un plumazo) y edificar un sistema electoral automatizado, unipartidista y fraudulento que legitimaba a Chávez cuantas veces lo creyera necesario.

El gran envión, o milagro, no empezaría a manifestarse, sin embargo, sino a raíz de la crisis energética global que irrumpió a mediados del 2004, con una oferta de crudos colapsada por la caída de la producción en la OPEP y los productores independientes y un auge en las economías capitalistas e industrializadas que bramaban por más y más petróleo. ¡El delirio!… y los precios se escalaron en subidas diarias de 3, 4 y hasta 6 dólares, que alcanzaron sus topes en julio del 2008, cuando se colocaron en la astronómica cifra 126 dólares el barril.

El estado venezolano, entonces, se convirtió en el más rico de la región, y Chávez pasó a comportarse como un petrodictador déspota y malhumorado, que además, quería gritar que el socialismo si era posible, y que si había fracasado en la Rusia de Lenin y de Stalin, en la China de Mao y Chu En-Lai, y en la Cuba de Fidel y Raúl Castro era porque no contaban con petróleo, ni un genio político como él. Y con tantos millones y millones de petrodólares entrando a la Tesorería Nacional, no habían voces “revolucionarias” para contradecirlo, y, desde teóricos y dirigentes de la izquierda náufraga, hasta presidentes de países como Daniel Ortega de Nicaragua, Rafael Correa de Ecuador, y Evo Morales de Bolívia, (a quienes Chávez había financiado para ganar elecciones en sus países), pasando por directores y actores de Hollywood, se convirtieron en devotos del líder restaurador que los puso bajo su patrocinio y tutela.

Caracas pasó entonces a reconfigurarse en una suerte de Moscú de los años 20, o de Habana de los 60, la ciudad capital de los sueños, donde bajo el conjuro de un caudillo poderoso, jefe mesiánico e inspirado comandante, se podía ofrecerle de nuevo a los “pobres del planeta”, a los humillados y ofendidos, una restauración de la utopía comunista que yacía enterrada bajo los escombros del muro de Berlín y el colapso del imperio soviético, una tierra de promisión, en fin, donde empezaría a realizarse otra vez “el reino de Dios en la tierra”.

El 25 de febrero del 2005, Hugo Chávez, en la celebración de la “IV Cumbre de la Deuda Social”, proclamó que era “socialista”. “Entonces”, dijo “si no es el capitalismo ¿qué? Yo no tengo dudas, es el socialismo. Ahora ¿cuál socialismo? ¿Cuál de tantos? Pudiéramos pensar entonces que ninguno de los que han sido…Tendremos que inventárnoslos, y de ahí la importancia de estos debates…Hay que inventar el “Socialismo del Siglo XXI”, y habrá que ver porque vías”.

La reflexión era, sin embargo, postiza y absolutamente falsa y extemporánea, pues desde La Habana, y quizá meses o un año antes, en discusiones con Fidel Castro y la élite cubana, se había decidido qué “vía al socialismo” había que empezar a pavimentar, y no era tanto el “Socialismo del Siglo XXI”, como el “Socialismo Petrolero”. Este podría definirse como la utilización de una renta de la tierra, en este caso, la exportación de una materia prima de enorme demanda y precios cada vez más altos, para adquirir los recursos que permitieran una suerte de distribución de los ingresos entre los más pobres, así como llevar a cabo una ofensiva contra el sector productivo privado de la economía, cuyas fábricas y fundos debían ser arrebatados mediante compras, expropiaciones y confiscaciones.

El “Plan Maestro” era sumar más apoyos y más apoyos entre los más pobres que eran mayoría en el patrón electoral e ir destruyendo el capitalismo “sin violencia”, y forzando a los empresarios a vender sus propiedades a los precios que fijara el gobierno y de acuerdo a leyes que “legalizaban” el robo y la exacción. Y el sistema pareció funcionar durante los años de auge y esplendor del chavismo (2006, 2007 y 2008), justamente los de mayores picos en los precios del crudo, con las llamadas misiones emplazando una red de ayudas y dádivas, combinada con una asistencia médica y escolar, que eran pesca de apoyos y votos, y el colapso de la producción de bienes y servicios, pero fundamentalmente de alimentos y manufacturas que eran sustituidos por masivos volúmenes de importaciones.

El resultado no pudo ser más atroz, con la inmensa riqueza ingresada a Venezuela como consecuencia del ciclo alcista de los precios del crudo (UN BILLÓN Y MEDIO DE DÓLARES, según cálculos conservadores) no utilizada para reconstruir y consolidar el aparato productivo nacional público y privado, mejorar y crear nueva infraestructura y multiplicar y hacer más eficientes los servicios públicos, sino dilapidada en el financiamiento de economías extranjeras, como la colombiana, la brasileña y la argentina que suplían la demanda de alimentos, la rusa, la bielorrusa, iraní y china que nos vendían chatarra militar y baratijas y la norteamericana que nos enviaban insumos y productos de la HighTech.

Pero con las importaciones, llegó también una corrupción incontrolable, que unida a los petrodólares que se tiraron al basurero de la creación de una especie de Comecom, o Caricom, llamada el ALBA (Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia), -creada para impedir que los países de la región hicieran alianzas de libre comercio con los Estados Unidos´-, y después de esperpentos como la CELAC y la UNASUR, terminaron de hacer el trabajo para que nuestra nación realizara la pesadilla del afortunado que se duerme superrico y amanece superpobre. Superpobre y con la industria petrolera devastada por la ideologización que, al despojarla de sus mejores gerentes, técnicos y trabajadores, la convirtió en una empresa invisible entre los gigantes petroleros, con la producción reducida a 2 millones de barriles diarios, y descapitalizada al extremo que no tiene petrodólares para invertir y vive del fiado.


Una herramienta que, en la coyuntura de la crisis energética, y el delirio de Chávez de construir el “Socialismo Petrolero”, fue usada como arma política para que el caudillo regalara o vendiera a precios subsidiados su producción, o sus beneficios fueran repartidos en programas sociales para granjearle votos al comandante-presidente para consolidar su dictadura. Extravío que crujió tan pronto empezaron a bajar los precios de crudo a mediados del 2008 y ha ido volatizándose para dejarnos una Venezuela en bancarrota, literalmente en ruinas, con el aparato productivo nacional colapsado y sin dólares para importar alimentos, productos elaborados, ni insumos para la economía.


En otras palabras, que los que antes regalaban terminaron en pedigüeños y es una vergüenza que el presidente Maduro haga giras internacionales rogándoles a países “hermanos” que nos envíen comida y que el presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, comprometa las reservas de crudo que pertenecen a todos venezolanos, para que países como China nos presten 4 mil millones de dólares y gigantes petroleros como Chevron 2 mil, para que la estatal pueda operar. Los índices para el 2013 no pueden ser más sombríos: casi un cien por ciento de desabastecimiento en productos de la cesta básica, cero crecimiento, 45 por ciento de inflación y paridad bolívar dólar a: 30 bs X 1 $.

En otras palabras, que fracaso de otro socialismo, el petrolero, que, como el resto de sus antecesores, solo genera improductividad, dilapidación de recursos, corrupción, pobreza, injusticias, desigualdad y unas dictaduras feroces que, cuando son de caudillos como Stalin, Mao y Fidel Castro producen terror, pero si son presididas por segundones como Maduro... Pobre de mi Venezuela !!!!

Peligra el Sistema Educativo


Hay muchas razones para aspirar a un pronto y definitivo cambio de régimen. En lo político, económico, social, militar, internacional y en lo ético y moral, el país se reduce a una perversa caricatura del deber ser que le corresponde. Nada funciona bien en Venezuela y las contadas áreas que escapan al control destructivo del gobierno, resisten la política de asfixia a que están sometidas. No sabemos por cuanto tiempo más, si todo sigue por el camino actual.


En esta oportunidad me referiré exclusivamente a lo educacional, con especial acento en la educación superior. El sistema está en la peor etapa de su historia. La educación, cuantitativa y cualitativamente, mantiene niveles insólitos de pobreza. Condena a la juventud, a la presente y futuras generaciones, a la mediocridad que caracteriza a la cúpula del actual gobierno. Venezuela retrocede de manera impensable hace pocos años. En el mejor de los casos podría presentarse un estancamiento que nos dejaría rezagados ante el avance del continente y del mundo en las disciplinas del saber científico, tecnológico y humanístico. Frente a esto, o peleamos o nos resignamos a ser testigos pasivos de la destrucción nacional. Es la hora. No hay alternativas intermedias ante la mediocridad importantizada que gobierna.

Debemos asumir la defensa activa de las universidades nacionales y de las privadas que mantienen intacta su dignidad. Las soluciones y los hombres y mujeres que Venezuela necesita para su reconstitución, o salen de las universidades o no salen de ninguna parte. Si las seguimos buscando donde mismo, pues sencillamente, allí no están. La experiencia del pasado reciente y del momento actual así lo demuestra.

No podemos limitarnos a ser observadores “imparciales” de la lucha existencial que libran las autoridades universitarias, las asociaciones de profesores, los trabajadores y las organizaciones estudiantiles. Apoyemos a las autoridades académicas y sectoriales que hacen vida activa en sus instituciones. Evitemos la intervención que prepara el régimen para liquidarlas. Se va a profundizar la política de estímulo a los conflictos internos para proclamar la ingobernabilidad de las mismas y así, justificar la intervención.

El presente y futuro está en la fortaleza del sistema educacional y este Peligra gravemente......Defiende tu Universidad!!!!!