lunes, 14 de noviembre de 2016

El plan B para salir de Maduro...

Salir de Maduro de inmediato es deber de cristiano para salvar a los pobres de la hambruna y de la miseria, de la muerte por mengua o por la delincuencia, que vienen padeciendo. Es inhumano demorar su salida.
Venció el plazo para el PLAN A: salir de Maduro y de Cuba por vía electoral. No hay salida electoral. El revocatorio ha muerto. Es un cadáver insepulto que ya hiede. La MUD-AN debería reconocer el fallecimiento y proceder a enterrarlo. Y enseguida sumarse al PLAN B: salir de Maduro y de Cuba repitiendo el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio de 1811 simultáneamente, lo que se produciría siguiendo el modelo estratégico de 1945 (iniciativa de militares a la cual se suman los civiles) o de 1958 (iniciativa civil a la cual se suman los militares). No hay otra salida cuando se ha cerrado la electoral para resolver la crisis terminal del sistema político, y con mayor razón cuando a la política se le suma la crisis terminal del modelo económico.

El PLAN B se ejecutaría siguiendo el modelo estratégico de 1958 si la AN hace lo que debió hacer en enero y tardíamente prometió para el 3-5 de noviembre: 1) Remover, deponer o destituir a Maduro en aplicación de los Arts. 333 y 350 de la Constitución, finalidad del procedimiento abierto para establecer su responsabilidad política; y 2) Convocar al pueblo a la calle en las ciudades del país para forzar a Maduro a irse acatando la decisión de la AN. Y, agréguese, ordenar a la FAN la ejecución si, a diferencia de Emparan, Maduro se resiste.

Si la AN no toma la iniciativa, la tomarán sin duda los militares patriotas y democráticos (que seguramente los hay porque siempre los ha habido) con apoyo de la sociedad civil, repitiendo el modelo estratégico de 1945, con sobrados motivos tanto constitucionales como socio-económicos y humanitarios.

 Son éstos últimos: 1) El sistema económico que nos ha impuesto Cuba ha colapsado. El país está en ruinas, sumido en estanflación brutal (recesión profunda con hiperinflación). La moneda nacional ha caído a 2.000 por dólar. El salario real por el suelo. La situación de todos, sobre todo de los pobres, empeora cada día.

2) El pueblo está padeciendo hambre. Los niños sufren de desnutrición severa. Se desmayan en las escuelas por debilidad extrema. Muchos no van a clases porque no tienen calzados. El desempleo se extiende. A los empleados no les alcanza el salario. Están matando de hambre a los pobres. Son cada día más los que hurgan en la basura buscando algo para sobrevivir.

 3) No hay medicinas. Los hipertensos están propensos a un ACV o un infarto. Los diabéticos no consiguen insulina. Cualquier enfermedad se convierte en tragedia. Los viejos no tienen cómo paliar sus achaques y dolencias. Los hospitales son tugurios en el último estado. Para los pocos hospitalizados no hay ni medicinas ni comidas. El pueblo está muriendo de mengua.

 4) Al que se escapa del hambre y sobrevive sin medicinas lo agarran los delincuentes, quitándole lo poco que lleva, a veces la bolsita de comida. Los pobres se hunden en la miseria azotados por todos los males que les han caído encima. Hay un estado de descomposición social.

5) La desigualdad social es abismal. Los corruptos saquean las riquezas nacionales haciendo ostentación de su latrocinio, mientras los pobres se hunden en la miseria. El narcotráfico en complicidad con las FARC ha corrompido todo, nos gobierna una narco-tiranía de milmillonarios en dólares, mientras los pobres no tienen para comer.

Hay un estado de descomposición moral. Están dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión. Falta sólo el que tome la iniciativa, civil o militar, para actuar por razones humanitarias, fundándose por añadidura en la Constitución: 1) Recuperar la independencia y soberanía desalojando del poder al gobierno títere que nos ha impuesto Cuba (Art. 350); 2) Restablecer la vigencia efectiva de la Constitución dando el contragolpe constitucional al Golpe de Estado de Maduro (Art. 333); 3) Restituir el orden constitucional roto por el Golpe de Estado de Maduro, que sigue roto mientras no se lo restituya deponiendo al golpista, que por serlo se ha convertido en gobernante de facto (Arts. 333 y 350); 4) Reivindicar el ejercicio de la presidencia para los nacionales, ratificando la exclusión de extranjeros en el cargo (Arts. 41 y 227).

La ejecución del PLAN B ha comenzado. Ya está en el alma del pueblo, que ya sabe que no hay otra salida. Está, pues, abierto el espacio político para los audaces que decidan cumplir con el deber cristiano de socorrer al desvalido que es un pueblo padeciendo hambre y miseria.


lunes, 7 de noviembre de 2016

Diálogo o Retórica, los dos lados de la misma monena

El diálogo tiene su origen latino en la palabra dialogus que se refiere a una conversación entre dos o más individuos, que exponen sus ideas de modo alternativo para intercambiar posturas. Es decir, un diálogo es una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr un acuerdo.

Después de la suspensión del Proceso de Referendo Revocatorio por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en virtud de decisiones judiciales absolutamente sublevadas y luego de varias reuniones preparatorias con la intersección del Vaticano, la noche del domingo 30 de octubre en el Museo Alejandro Otero de La Rinconada, a petición del Gobierno, se instala formalmente una Mesa de Diálogo con Facilitación Internacional, con la única esperanza de mantener la paz en el país.

Es así como se constituyen y se preparan a dialogar, presidiendo la mesa, dentro de toda su benevolencia, Nicolás Maduro Moros, a su lado el representante de la Iglesia Monseñor Emir Paúl Tscherrig, imagen que en un principio deja en el ambiente un mal sabor. La impresión es que es el Gobierno quien tutela el proceso. Los mediadores además de la representación del Vaticano, Rodríguez Zapatero, Martin Torrijos y Leonel Fernández; por el Gobierno los actores de siempre, los hermanos Rodríguez, Elias Jaua y Roy Chaderton. Por el lado de la MUD, el Alcalde Carlos Ocariz, Chuo Torrealba, el Gobernador Henri Falcón y Timoteo Zambrano, representación que nos sorprendió a muchos porque en realidad esperábamos ver a Henrique Capriles y a Henry Ramos involucrados directamente y como garantes del proceso.

Así son las cosas. Se organizan en mesas de trabajo, a saber: 1) La mesa de la verdad, justicia, derechos humanos, represión de victimas y reconciliación integrada por: Zapatero, Luis Aquiles Moreno y Roy Chaderton, 2) La mesa del eje económico social integrada por: Leonel Fernández, Chuo Torrealba y Elías Jaua, 3) La mesa de la paz, respeto al estado de derecho y a la soberanía nacional, integrada por: Delsi Rodríguez, Timoteo Zambrano y Claudio María Celli y 4) La mesa de la generación de confianza y cronograma electoral a cargo de Carlos Ocariz, Jorge Rodríguez y Martin Torrijos.

Para la oposición los compromisos en estas mesas de dialogo están claros y son requisito indispensable para el próximo encuentro, que tendrá lugar el día viernes 11 de noviembre, a saber:

1. La solución electoral para la profunda crisis que vive el país a través de dos vías: la activación del Referendo Revocatorio y un acuerdo para unas elecciones adelantadas, en el corto plazo, igualmente que en el corto plazo se realicen las elecciones en el estado Amazonas.

2. Libertad para los presos políticos, con cronograma de liberación, que vuelvan los exiliados y la anulación de los procesos de persecución judiciales y administrativos a toda la dirigencia opositora y a todos los que están siendo perseguidos.

3. La reinstitucionalización de los poderes públicos en Venezuela, particularmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) y Tribunal Supremo Justicia (TSJ), y que el Poder Legislativo tenga el peso que debe tener según la Constitución, la eliminación del desacato a la Asamblea Nacional por parte del Tribunal Supremo de Justicia.

4. La atención a víctimas producto de la crisis humanitaria en tiempo real. Promoción de una iniciativa urgente de apoyo a la población venezolana para lograr solidaridad en alimentos, medicinas para sectores específicos y urgentes. Personas que tienen enfermedades crónicas y un acuerdo nacional para mejorar el abastecimiento en alimentos y medicinas, y materias primas en nuestro país.

Una vez que se suspende la agenda de calle y el juicio político a Nicolás Maduro, la gente queda desconcertada, porque se había aclarado que esta continuaría de manera paralela al dialogo; así algunos inmersos en decepción y la ira cundieron entre miles, tal vez millones de opositores, se constituyen en adversarios de manera tajante, porque les luce que todo es una vil manipulación y que el Gobierno usa el diálogo para ganar tiempo y dejar todo igual que antes. Otros más optimistas llaman a la calma, y con fe dan un voto de confianza a los dirigentes opositores y a las reuniones, para evitar un derramamiento de sangre, y esperanzados advierten que sí se puede desde la condición de demócrata, negociar la salida de un régimen autoritario por la vía electoral.

Sin embargo, en Venezuela la situación de inestabilidad económica y social es realmente alarmante, y muy compleja de resolver a través del dialogo. Se hace necesario tomar medidas urgentes a los efectos de detener la inflación que avanza a pasos agigantados, la angustia no genera confianza, esa es la verdad, además que no existe garantía que esta estrategia llegue a feliz término.

Las condiciones de la oposición para sentarse en un proceso de diálogo o negociación nunca se dejaron claras desde el principio, aceptamos mediadores impuestos por el Gobierno y, extrañamente no hay representación de la OEA, que naturalmente serian mediadores confiables de este lado. De tal modo que no me luce a juzgar por su actitud, que el régimen se sienta débil o arrinconado desde ningún punto de vista o sienta que debe entregar, con el costo político que eso implica para ellos, simplemente porque no puede mantener la situación de crisis en la que nos mantiene sumidos a todos.

Lo cierto es que la MUD acepto el reto y sus consecuencias y se juega a Rosalinda, echando el resto al sentarse en una mesa de diálogo donde se impone el guabineo por parte del régimen, por lo que pueden pasar varias cosas, que el dialogo se torne violento, muera abruptamente, o continúe la manipulación, el chantaje electoral, intentando intercambiar presidenciales por regionales y liberando algunos detenidos o presos que igualmente ya estaban para salir, en una supuesta demostración de buena fe para el entendimiento.

En realidad todos apostamos por el bien del país, pero sobre todo que la verdad triunfe sobre la mentira y el bien sobre el mal, que se obtengan resultados en el corto plazo, porque del éxito o el fracaso de este proceso de dialogo depende ahora en mucho el futuro de nuestra Nación.

Solo le queda una via al Chavismo, el TERROR...

Los venezolanos estámos atrapados en el laberinto del chavismo y la oposición busca salidas para que la transición sea posible. Como suele suceder con gobiernos despóticos como el de Nicolás Maduro, los opositores han de defenderse con cautela de las maniobras oficialistas para provocar la división y debilitarlos.

Se trata de una vieja estrategia de la que se valen los regímenes abusivos para sabotear cualquier esfuerzo común que pueda resquebrajar el muro de la represión. Realmente Maduro y su segundo hombre fuerte, Diosdado Cabello, emplean sus recursos en mantenerse en el poder a costa del bienestar de los venezolanos, que en estos momentos viven sumidos en la pobreza y el desaliento.

En medio de disensiones y tensiones internas, una vez más el bloque opositor que comprende la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se dispone a explorar un resquicio que pueda propiciar el cambio. En esta ocasión, con la intervención del Vaticano, oficialismo y oposición tienen previsto reunirse el 11 de noviembre con la intención de iniciar un diálogo que, por otra parte, Maduro entorpece a todas horas con declaraciones amenazantes.

La MUD tiene como objetivos principales que se celebre el revocatorio contra el mandatario o elecciones a principios del año entrante, la libertad de todos los presos políticos, el regreso de los exiliados y que se solucione la grave crisis económica y alimentaria que padece el país. Sus portavoces aseguran que serán transparentes en este proceso y el propio alcalde opositor de El Hatillo, David Smolansky, ha señalado: “Llegaremos a Miraflores con votos y presión de calle”.

En efecto, la oposición pone el acento en la resistencia cívica, las manifestaciones pacíficas y la senda de las urnas para restaurar los valores democráticos que se han erosionado bajo la revolución bolivariana que se enquistó con el triunfo del desaparecido Hugo Chávez. Desde entonces los adversarios del chavismo han vagado en un desierto minado por la aplastante maquinaria oficialista, pero han cosechado logros como la mayoría en el parlamento y la fuerza moral de presos políticos como el líder de Voluntad Popular Leopoldo López, hoy un referente mundial que cuenta con la solidaridad de gobiernos extranjeros y organizaciones de derechos humanos.

Es lógico y previsible que en el seno de la MUD y entre las fuerzas opositoras haya recelo ante la posibilidad de un diálogo con un régimen tramposo, cuyo objetivo es atornillarse al poder y al enriquecimiento ilícito de aquí a la eternidad. Nadie debe llamarse a engaño con personajes como Maduro, Cabello o el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, a cargo recientemente de dirigir las turbas de repudio que irrumpieron en el pleno de la Asamblea Nacional. El propio gobernante ha afirmado que no sale “ni con votos ni con balas”, y a pocos días del encuentro militariza la capital en una escalada represiva.

El único músculo que flexiona Maduro es el del terror, sacando a la calle a la policía política y bandas paramilitares. A su vez, en este momento de impasse la oposición temporalmente renuncia a marchar a Miraflores y apuesta por sentarse a la mesa con la intención de que no haya “condiciones” para dialogar. Es un pulso en el que, si es que se produce dicha reunión, se medirán las fuerzas de una oposición que lucha por el cambio y un gobierno que defiende el inmovilismo.

Es evidente que las fuerzas democráticas están en clara desventaja, pero no es menos cierto que el chavismo es víctima de su propio fracaso, incapaz de solucionar la grave situación que atraviesa el país. Hasta ahora su único fin es el de atrincherarse en el poder repitiendo que sus enemigos “no volverán” al palacio de gobierno. Una pírrica victoria para quienes condenan a la población al hambre y la desesperanza.

Es muy posible que los esfuerzos por dialogar no salgan adelante ni con la bendición del Papa, pero la oposición agotará también esa alternativa antes de volver a las calles para desafiar al despropósito chavista. Por lo pronto, Maduro conjura su proverbial ineptitud en un insólito programa radial marcando pasos de salsa. Tarde o temprano dará un traspié.

lunes, 17 de octubre de 2016

El Presupuesto 2017


El país ha contemplado con estupor cómo el gobierno de Nicolás Maduro viola abiertamente la Constitución con el aval del TSJ. En todos los países del mundo el presupuesto de ingresos y gasto de la nación lo elabora el gobierno y lo aprueba el parlamento. La razón de esa lógica estriba en el hecho que un ente distinto del gobierno tiene que realizar el control del gasto y la recaudación de los impuestos que pagan los ciudadanos que contribuyen con los tributos y eligen a sus presentantes ante el parlamento para que ejerzan ese control.

La Constitución en sus artículos 312 y 313 es sumamente clara al ordenar al gobierno concurrir a la Asamblea Nacional para presentar la Ley de Presupuesto. Existe en este cuerpo el mejor propósito para aprobar esa ley. Sin embargo, el gobierno optó por el peor de los caminos al forzar al TSJ para que, violando la Constitución, ese tribunal asuma las funciones legislativas.

 Esto representa un hecho bochornoso en la vida republicana de Venezuela: un tribunal de justicia haciendo de legislador. Conviene mencionar que la Asamblea Nacional tiene previsto contemplar en el presupuesto de 2017 un conjunto de incitativas tales como el otorgamiento de fondos para financiar el bono de alimentación y medicinas, comenzar a discutir la pensión universal no contributiva para aquellos venezolanos que no gozan de pensión y un plan de obras para mejorar escuelas y hospitales. Todo ello fue negado por el gobierno.

Son varias las implicaciones que tiene la aprobación del presupuesto por parte del TSJ. En primer lugar, el presupuesto no es un decreto sino una ley y las leyes las aprueba el parlamento. Por tanto, ese acto seria declarado nulo de toda nulidad. En segundo lugar y como consecuencia de lo anterior, cualquier gasto o percepción de un impuesto o una contribución, basada en ese presupuesto ilegalmente aprobado, sería igualmente nulo y responsables penalmente quienes lo ejecute.

 En tercer lugar, no se podrá realizar operaciones de crédito público ni en moneda nacional ni en moneda extranjera y quienes lo hicieren estarían incursos en un delito. Acá vale la pena citar el artículo 312 de la Constitución: “El Estado no reconocerá otras obligaciones que las contraídas por órganos legítimos del Poder Nacional, de acuerdo con la ley”. El órgano legítimo en materia presupuestaria es la Asamblea Nacional y la ley se refiere a la Constitución y a la Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público, donde se definen las competencias del parlamento en materia presupuestaria.

Todo esto puede resultar en un agravamiento incensario de la crisis económica, en vista de las dificultades que puede tener el gobierno en materia de acceso al crédito público. Cuando la gente está en el poder se embriaga tanto que se olvida que todo poder es transitorio y que la justicia tarda, pero llega.

El ilegitimo de  Nicolas Maduro y todo su combo pagaran lo que le han hecho al pais....

Fujimurismo Venezolano. Que Pasa Pueblo!!!

 Llegamos a la dictadura, más que eso, a una verdadera tiranía, dirigida por lo peor de la vida venezolana. Jamás habíamos presenciado, ni estudiado con relación al pasado remoto, una situación tan deplorable como la actual. Nuestro llamado es a la activación del ciudadano común para una lucha intensa, peligrosa, pero definitiva. Se trata de alcanzar la libertad sobre la base del respeto a los principios y valores que dan sustento a la democracia. Todos unidos, civiles y militares, animados por la misma visión de las cosas y por la decisión de poner punto final a esta tragedia. Es la hora!!!!.

Expreso la mayor complacencia por la posición adoptada por el llamado Bloque Democrático.

 De integración plural, tiene en su seno algunos de los más brillantes juristas venezolanos. Las declaraciones atribuidas al menos a dos de ellos, los doctores Alberto Arteaga y Román Duque Corredor, invitan a la acción con propósitos claramente definidos. El problema no es simplemente la violación del estado de Derecho sino su inexistencia y, por otro lado, la ausencia de políticas para incentivar la inversión privada en materia económica. Ambas cosas son indispensables para garantizar la seguridad de las personas y de los bienes y la creación de oportunidades de trabajo, estables y bien remunerados. Será imposible bajo este régimen probadamente fracasado, incompetente y escandalosamente corrompido.

Tengo fe absoluta en las reservas humanas y materiales de Venezuela. A pesar del éxodo masivo de estos años, la patria anda en cada uno de los compatriotas que están en el exterior. Aquí, en los sectores productivos y culturales hay planes, programas concretos, ideas y voluntad para hacerlos realidad en el menor tiempo posible. También la gente capaz de lograrlo. Pero, es indispensable el cambio de régimen. Bajo el actual caminamos diariamente hacia peor.

El Gobierno de Nicolás Maduro, con el visto bueno del apéndice presidencial -el Tribunal Supremo de Justicia- aprobó el presupuesto 2017 sin presentarlo ante la Asamblea Nacional, tal cual lo establecen los artículos 311 y 313 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Es decir, el presidente Maduro dispondrá de los recursos de la Nación sin pasar por el filtro contralor del Parlamento, lo que no es más que un “Madurazo” contra la Asamblea.

Esta acción de Nicolás, es una burla a la voluntad popular y pone al margen la Constitución y los estatutos democráticos que sustentan los organismos hemisféricos (OEA, Mercosur, Unasur, Celac) de los que Venezuela es signataria.

Las declaraciones del mandatario nacional acerca del presupuesto de la Nación, así como la afirmación de que no habrá elecciones porque no son prioridad para el país, suman evidencias claras de que el gobierno venezolano no se está apegando a los valores democráticos ni a los convenios internacionales.

Salvaguardando las distancias y las realidades, estamos hablando de una acción equivalente al Fujimorazo, como fue denominada la disolución del Congreso y la intervención del Poder Judicial por vía de la fuerza que hizo el “dictador” Alberto Fujimori en Perú.

En Venezuela, el Poder Público más legítimo que tiene el país es la Asamblea Nacional, porque es la que proviene de la más reciente elección donde votó el 80% de los venezolanos. Por eso, esta flagrante usurpación de Poderes tiene sus implicaciones y alcanzan dimensiones continentales. Desde el punto de vista internacional, Venezuela está en este momento ganándose su expulsión de Mercosur o al menos una sanción por las acciones del gobierno, también está el riesgo de que se profundice la aplicación de la Carta Democrática de la OEA y esto agravará el panorama económico y la ingobernabilidad en el país.

El neo-despotismo no parece tener ninguna justificación ni razón de ser cuando lo que produce es una inflación descontrolada y empobrecedora que ya sobrepasa el 500%, una contracción económica creciente que este año llega al 10% y un desempleo verdadero de cerca de 25%.

A estas alturas el gobierno debió haber informado cuales son los supuestos macroeconómicos para el año que viene, cuál es la inflación estimada. Difícilmente la tendrá cuando no ha publicado la de este año, primera vez en la historia que pasa eso y somos el único gobierno en el mundo que no informa al respecto.

Este es un régimen profundamente irresponsable, en el pasado han manejado alegremente los recursos y con esta decisión pregunto: ¿Quién llevará el control de los créditos adicionales? ¿Dónde estará publicado el presupuesto? ¿Quién ejercerá las funciones de control?

Ya no se trata de otra violación a la Constitución -como lo han venido haciendo a lo largo de todos estos años- sino de la derogatoria de nuestra Carta Magna, al pretender que la Sala Constitucional sustituya las funciones de la AN. Con esto, el caos fiscal del 2017 está garantizado porque no habrá certeza presupuestaria. Al saltarse las leyes y controles, generan incertidumbre y desorden en la finanza pública. Esto contribuye a la corrupción y a la hiperinflación.

Para terminar de entender la gravedad de que un gobernante se abrogue a si mismo el derecho de decidir unilateralmente que se va gastar, y proceder a hacerlo negándose a rendirle cuentas al país y su Parlamento, es importante precisar que “impuestos” no son solamente los que se recaudan mediante, el Impuesto Sobre las Renta, el IVA y otros tributos y tarifas, sino también los impuestos inflacionarios, que son los que más castigan al pueblo y que se generan al imprimir dinero sin respaldo de manera descontrolada, y sin la debida rendición de cuenta por parte ni del Ejecutivo ni del Banco Central.

Debemos tener claras las asignaturas pendientes con relación a la práctica política, al funcionamiento de los partidos y los fines de la democracia misma. Sin embargo, lo trascendente ahora es la unidad nacional. Puede ser diferenciada pero siempre dinámica, con el objetivo claro. A estos efectos la nación necesita despejar definitivamente las dudas e incertidumbres existentes con relación a sus fuerzas armadas. Se trata de un tema poco claro. El llamado es a la oficialidad creyente en la libertad y en el pluralismo democrático, enemiga de la tiranía y de la corrupción. Tienen la obligación, igual que los civiles, de ayudar a despejar esas dudas relativas a su integridad y consecuencia.

Es hora de actuar...

Exigimos la Libertad

El pasado viernes 14 de octubre, el pueblo de Maracaibo salió masivamente a manifestar su exigencia de libertad para Manuel Rosales a 1 año de su injusto encarcelamiento. Los zulianos con el partido Un Nuevo Tiempo a la vanguardia clamamos por el fin de la persecución política y castigo, no solo contra nuestro líder fundador, sino contra todos los que sufren de la represión por el “delito” de pensar diferente.

A todos los venezolanos se nos ha privado de nuestra libertad en una mayor o menor medida, a los líderes políticos se les encierra en la cárcel, se inhabilitan políticamente o se les mantiene bajo contante amenaza y persecución. Los estudiantes, trabajadores y manifestantes sufren de la más feroz represión por parte de los cuerpos de seguridad, llegando incluso al extremo de ser asesinados, por ejercer su derecho a la protesta.

Este régimen ha llegado al extremo de aprovechar la crisis humanitaria en alimentos, para ejercer un control sobre las acciones y opiniones de los venezolanos, la última prueba de esto se dio en Caracas donde un dirigente oficialista amenazó con “suspender de los CLAP a quienes criticaran al gobierno”. Juegan con el hambre de los venezolanos y pretenden dominarnos a través del estómago.

Es por ello que la lucha por la libertad está encaminada a lograr la liberación de todos los presos políticos, desde Manuel Rosales, Leopoldo López, Antonio Ledezma, hasta los estudiantes, sindicalistas y ciudadanos detenidos por defender la democracia. Sin embargo, esta lucha tiene un objetivo más amplio y es lograr la libertad de todo el pueblo de Venezuela, que se encuentra hoy bajo el yugo del despotismo de Maduro y su séquito.

Nuestra lucha es por un país, con verdadera libertad de expresión, donde los periodistas no teman ir presos por emitir sus opiniones, con libertades económicas, para que los ciudadanos puedan acceder a bienes y servicios con tranquilidad y sean capaces de emprender un negocio productivo, con la certeza que no le será arrebatado.

Los marabinos manifestamos por la libertad física del mejor gobernador que ha tenido este estado, pero también por las libertades violadas a todos los venezolanos. El camino para conquistar estos objetivos pasa porque el próximo 26, 27 y 28 de octubre salgamos todos a estampar nuestra firma y dejar nuestra huella para activar el Referendo Revocatorio @felixmatos77

viernes, 7 de octubre de 2016

¿Qué nos Queda?

El gobierno ha decidido cerrar las puertas de una salida democrática para la crisis venezolana. Las inaceptables inconstitucionales y caprichosa condiciones técnicas que pretende imponer el CNE para la recolección del 20 por ciento de las firmas necesarias para activar el referéndum revocatorio, hace muy dificil que se pueda cumplir con la meta, a pesar de que una amplísima mayoría de votantes han manifestado su voluntad de acudir a esta jornada, según revelan todos los estudios de opinión.


Ante este escenario nos preguntamos ¿qué nos queda? La Constitución prevé otros mecanismos para cambiar al gobierno a saber, enmienda constitucional, asamblea constituyente y renuncia del presidente, pero la verdad sea dicha, todas dependen de la voluntad del régimen, tal como el propio referéndum revocatorio.

Todo lo cual nos obliga a cuestionarnos, ¿si no existieran estas vías en la constitución tendríamos que quedarnos de brazos cruzados hasta el 2019, viendo como el país se destruye mientras se vence el periodo de Nicolás Maduro? ¡No!. No podemos ni adaptarnos, ni doblegarnos, como sociedad debemos ser “contestones” y ejercer la presión social indispensable para que se produzca un cambio rápido y pacífico de gobierno.

Llegamos al momento en el que la presión social y la desobediencia civil son las únicas alternativas frente a la sumisión, al silencio cómplice y al hecho de que podamos participar en elecciones pero no ganarlas.

Pero eso solo será posible con una enorme masa social dispuesta a manifestar activamente su descontento y su voluntad de cambio.

No tengo dudas, los ciudadanos podemos determinar la dirección del país, así ha sucedido en algunos de los más importantes capítulos de nuestra historia y en muchos de la historia del mundo. La mayoría de las conquistas en materia de derechos y libertades, han sido logradas a través de presión social y desobediencia civil. Nada depende solo de quienes detentan el poder, todos de alguna manera, podemos –y debemos- influir.

No estaremos solos, aparecerán abogados que protegerán a los que decidamos manifestar y desobedecer, periodistas que se negarán a contar la historia oficial y serán la voz de un pueblo que reclama, muchos políticos valientes que acompañarán a esa sociedad civil, e incluso se sumarán quienes habiendo sido afectos al régimen no estarán dispuestos a seguir aceptando las imposiciones y locuras de un gobierno abusador y deslegitimado
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También habrá quienes prefiera bajar la cabeza sin rechistar, quien elegirá seguir creyendo las mentiras que dice el régimen, quienes por su comodidad y falta de valor, escojan mantener un gobierno que solo nos ofrece pobreza, hambre, violencia y corrupción. Pero somos muchas más las personas que sabemos que la sumisión no garantiza la paz social, que renunciar a nuestros derechos ciudadanos no traerá estabilidad, que la guerra nos la declararon hace tiempo. Que si presionamos pacíficamente y desobedecemos ponemos en evidencia la falta de legitimidad de tantas medidas arbitrarias. Y que además, haciéndolo, construiremos juntos, el país con el que todos soñamos.

Dictadura total.....

El chavismo, por la iletrada boca del cucuteño que usurpa la Presidencia del país, informó su decisión de no hacer elecciones: “Aquí no ‘habrán’ elecciones ni revocatorio […] la prioridad no son elecciones, es recuperar la economía…” De esta manera, el régimen tomó la ruta más brutal, la reservada a los dictadores más bárbaros, más ignorantes y menos inteligentes. A los Didi Amínes y Mugabes. Ni Saddam Hussein –que hacía elecciones que siempre ganaba con más de 99% de la votación- ni el mismo Fidel Castro –quien hace elecciones que jamás pierde cada 4 años- se atrevieron a emprender ese peligroso camino de amordazar, reprimir y represar la voluntad de un pueblo con las terribles consecuencias que una maniobra de esa naturaleza conlleva. ¡Ni la férrea dictadura de Alemania Comunista, la de la sangrienta Stasi, se atrevió a impedir elecciones!

El repudio popular es tan formidable, arraigado e irreversible que el chavismo piensa que no puede darse el lujo de que el pueblo hable en las urnas electorales; ni con el más grosero de los fraudes. Su situación de acorralamiento nacional e internacional es tan grave, que sus líderes saben que si salen del poder tendrán que enfrentar a jueces imparciales nacionales y extranjeros por crímenes que van desde la violación de Derechos Humanos, el narcotráfico y el lavado de dinero hasta el patrocinio del terrorismo islamista.

Como el chavismo no merece la comparación con un animal tan noble como el tigre, usaré el símil de un cochino de monte mortalmente herido y acorralado para ilustrar la situación actual de la dictadura venezolana. Un animal feroz, temeroso y sin contemplaciones que lucha por sobrevivir, aunque no existe ni la más mínima probabilidad de que salve su vida. Ya su suerte está echada y es el único resultado que podía derivarse de su conducta, atropellos, desmanes, abusos, crímenes, incapacidad, ineptitud, arrogancia, ignorancia y desatinos. Es el producto que se puede esperar de todo ensayo marxista con el agravante de que estuvo en manos de iletrados muy salvajes y sin escrúpulos. Es lo que tenía que pasar cuando los cobradores de peaje de barrios, martilladores y matraqueros de alcabalas y atracadores motorizados llegan al poder. Una dictadura de psicópatas delincuentes de la más baja ralea jamás podía tener éxito; estaba condenada a su autodestrucción desde su nacimiento.

La impudicia chavista es casi incomprensible para los seres humanos normales, especialmente, para aquellos que crecimos en la democracia. Quizá los jóvenes de menos de 30 años no vean con tanta extrañeza que un gobernante a quien justamente el pueblo en pleno intenta revocar con arreglo a la Constitución, se atreva a vociferar “¡aquí no habrá revocatorio!, ¡aquí no ‘habrán’ elecciones!” (Sí, “habrán”, no se le puede pedir a Nicolás que use correctamente el verbo “haber”).

Y va más allá. Osa sentenciar que el motivo para no hacer elecciones es la crisis económica, tal como ya lo había adelantado Pedro Carreñ
o. ¡Un gobierno que ha creado la peor crisis económica de la historia del país con sus políticas socialistas, corrupción e ineptitud, utiliza su propio fracaso para justificar el bloqueo de unas elecciones indispensables para deponerlo democráticamente! Peor aún, soslaya totalmente el hecho de que hace un mes esa misma dictadura que hoy dice que no hay dinero para elecciones gastó $ 200 millones de los venezolanos en una fracasada Cumbre de los No Alineados; la semana pasada le dio a través de PDVSA un contrato a Wilmer Ruperti por $ 138 millones para pagar la defensa de los #narcosobrinos de la pareja presidencial (que se sepa, Miraflores ya había pagado por medio de CITGO $ 10 millones con dinero de la República para esa misma defensa penal en EEUU) y esta semana envía ayuda humanitaria a Haití. Y es el mismo gobierno que todavía le regala mensualmente $ 500 millones en petróleo a Cuba.

El régimen chavista no solamente ha tomado el medio de la calle declarándose dictadura con el anuncio de eliminar la inmunidad parlamentaria y ahora, eliminando los procesos electorales en Venezuela hasta nuevo aviso; sino que impidiendo la expresión legítima del pueblo que hoy padece miseria, hambre, enfermedades, escasez de comida y medicinas y la hiperinflación más alta de la Tierra con el voto, le está cerrando todos los caminos democráticos y garantizándose tarde o temprano una explosión popular en demanda de los derechos básicos de la población y del derecho a derrocar por cualquier vía a un gobierno que ha violado desde la Constitución y las leyes hasta la moral, arrojando a la más terrible pobreza a un país que tiene con qué ser uno de los más ricos del mundo, tal como se lo exige el artículo 350 constitucional.

Pero quizá sea precisamente este el objetivo de los facinerosos chavistas. En sus retorcidas mentes psicopáticas formadas defalcando cantinas en cuarteles, martillando en alcabalas, y en atracos a bancos y a transeúntes, albergan la esperanza de que con un alzamiento popular podrán justificar el uso de sus armas para, luego de apaciguar la insurgencia disuadiéndola con unos cuántos miles de muertos, salvarse del inexorable destino que les espera y que -desde mi formación cristiana- sinceramente deseo que no sea a manos del pueblo, sino en tribunales imparciales que les respeten sus Derechos Humanos, un privilegio que no tenemos los venezolanos secuestrados por el chavismo.

Porque no quepa duda. Si ya podíamos decir que en Venezuela no hay una dictadura sino el secuestro de toda una población con el objeto de saquear el país sistemática y exhaustivamente hasta sus cimientos, cuando hoy se amordaza y asfixia a ese pueblo negándole expresarse en elecciones se corrobora que los venezolanos somos rehenes de una depravada banda de malhechores psicópatas desesperados por lograr lo imposible: salvarse.

Cola por el PAN

El pan es el alimento de la humanidad por excelencia. Sus orígenes se remontan a la prehistoria asociado con el sedentarismo y al descubrimiento de las propiedades alimenticias de los cereales.

Además, al ser un alimento que se podía elaborar durante todo el año (no dependían de que hubiera caza o de que una cosecha hubiera sido buena) pues el almacenamiento del cereal y su conservación era relativamente fácil, era muy venerado. Tanto es así que se han encontrado hornos que datan del año 4.000 AC y que se usaban específicamente para cocer pan.

Egipcios, griegos y romanos hicieron del pan el alimento de sus pueblos, pasando de ser una exquisitez reservada a ciertas élites sociales a convertirse en un producto básico que podía llegar a los más necesitados. En la biblia hay numerosas referencias al pan que lo definen como un elemento espiritual y protagonista y testigo de momentos que marcan de forma indeleble nuestra tradición religiosas. Es decir el pan ha alimentado a los seres humanos desde el inicio de los tiempos y bajo su nombre se cobija la mención generalizada de la alimentación cuando hablamos de “llevar el pan a la mesa”.

Hago esta pequeña referencia histórica como entrada para exponer la lastimosa situación que estamos atravesando sin que haya una explicación coherente para que hoy, en este punto de la historia de nuestro país, los venezolanos nos veamos sometidos al humillante ejercicio de hacer colas para poder adquirir el pan nuestro de cada día.

Desde el 2013 nos comenzó a angustiar el fenómeno del desabastecimiento en Venezuela cuando comenzaron a desaparecer ciertas presentaciones y formatos de los productos de la cesta básica en los anaqueles. Para el 2014 nos comenzó a abrumar la escasez temporal de los rubros básicos que aparecían y desaparecían de los supermercados y abastos, ya para el 2015 la escasez se agudizo y en algunos productos se convirtió en permanente y ya en el año en curso se comienza a hablar de hambre y de casos de desnutrición asociados a la crisis.

Cuando un pueblo se ve obligado a hacer colas para poder comprar pan es porque el hambre está tocando a la puerta.

Según Fedenaga en el 2012 el consumo de carne en nuestro país alcanzó la cifra de 23 kilos por persona y el 50% de ese consumo se producía en el país. En el primer semestre de este tormentoso 2016 las cifras se ubican en 8 kilos de carne por habitante al año.

Antes del año 2012 el estado venezolano llego a importar unos 11.000 millones de dólares en alimentos. Los expertos en la materia estiman que en 2016 las importaciones en este sector no pasaran de 4.500 millones de dólares.

La producción de maíz, arroz, caña de azúcar y café registran caídas drásticas y las hortalizas, que hasta el año pasado se mantenían estables comenzaron a decaer este año por falta de semillas e insumos.

Los voceros del gobierno desde el año 2013 anunciaban que la situación se resolvería en un máximo de dos meses. Hoy finalizando el tercer trimestre del 2016 nos están diciendo que en los próximos seis meses estará resuelta la situación y será vencida la “guerra económica”. Las historias traídas por los pelos que van y vienen, promesas que nunca serán cumplidas, las excusas y los señalamientos a terceros ya no convencen a un pueblo que vive cada día en la calle la crudeza de una crisis que se instaló por las políticas económicas erradas y se ha venido agravando por la obcecada intención de mantenerse en el poder a costa del hambre y la salud de un pueblo.

Ver a mis conciudadanos haciendo cola para comprar el pan me hace recordar al oprimido pueblo ruso, que tras la cortina de hierro comunista se congelaba haciendo colas también para acceder a un mendrugo de pan.

En nuestra Venezuela ya no aplica la máxima de algunos emperadores romanos de “pan y circo para el pueblo”. Sin pan no hay circo que valga