domingo, 15 de febrero de 2015

Maduro angustiado por un golpe de estado...

¿Cómo no va a estar Maduro angustiado por la posibilidad de un golpe?

Maduro habla a diario y con angustia de golpes y conspiraciones que descubre, que desmonta y que aparentemente se reproducen por todas partes y a toda hora. ¿Por qué se siente Maduro tan atormentado por un posible golpe? La verdad es que cuando se hace un reconocimiento de las circunstancias que a él lo rodean, uno llega a la conclusión de que razón tiene Maduro y mucha para vivir angustiado, para temer un golpe, y hasta más de uno. Pasemos revista a algunas de esas circunstancias:

1. Sus aliados internacionales lo han abandonado o están todos en muy serios problemas: los cubanos presurosos de restablecer relaciones con los Estados Unidos; Cristina Kirchner en el final de su mandato con una economía en picada y enfrentando serias acusaciones de todo tipo. Dilma Rousseff, también con una economía estancada y abrumada por el escándalo de corrupción en Petrobras, el más grande en la historia de Brasil. Putin, subsumido en la crisis de Ucrania, sancionado por la Unión Europea y en severas dificultades por la caída de los precios del petróleo. Irán, negociando un acuerdo nuclear con los Estados Unidos e intentando redefinir sus relaciones con ese país.

2. Hombres muy cercanos al régimen huyen del país o comienzan a atacar el régimen abiertamente: Leamsy Salazar se fue al norte con esposa, a contar la historia del cartel de los soles; Rafael Ramírez va sigilosamente separándose del régimen. En cualquier momento estalla por allí esa bomba; Giordani reaparece envalentonado para decir que el país se ha vuelto el hazmerreír de América Latina, apenas unos meses después que a él lo echaron del gobierno.

3. La economía del país anda por el suelo, con los venezolanos viviendo experiencias dolorosas totalmente inéditas, de colas, escasez, muertes de enfermos en hospitales por falta de insumos, inflación desatada, y otras tragedias como la criminalidad sin control e impune.

4. Maduro ya no cuenta con los abundantes ingresos petroleros y el acceso a deuda con los cuales pudo durante algún tiempo posponer la solución a muchos problemas.

5. Maduro vive en un país arruinado institucionalmente, convertido en una selva, sin poder judicial, devorado por la corrupción. Si bien todo eso lo generó el mismo régimen que él hoy preside y sirvió para sostenerlo durante mucho tiempo, esa misma falta de institucionalidad se le voltea ahora en su contra. El régimen no tiene ya de dónde agarrarse que no sea la represión.

6. Maduro sabe que su popularidad ha caído muy bajo, que ya ni el chavismo lo quiere.

7. Maduro sabe, y esto no es poca cosa, que por problemas mucho menores a los que el país vive hoy, su comandante eterno encontró justificación para el golpe de 1992.

La Mega-Devaluación

Las tan esperadas medidas económicas del gobierno por fin llegaron. Se trata de una macro devaluación escondida en dos tasas de cambio oficiales. Aparentemente se van a mantener tasas de cambio preferenciales para favorecer las importaciones de alimentos y medicinas. En 2014, el gobierno sostuvo el dólar en Bs. 6,30 para las importaciones de alimentos y sin embargo el alza de los precios de esos bienes fue más de 110,0%. Ello sugiere que un tipo de cambio fijo no es garantía de que la inflación vaya a disminuir.
Las acciones del gobierno consisten básicamente en lo siguiente. En primer lugar, eliminar de la lista de bienes que hasta 2014 recibían dólares a Bs. 6,30 a un conjunto de productos y traspasarlo al dólar de Bs. 12,0, con lo cual se ha consumado una devaluación de la moneda. En segundo lugar, descartar el dólar Sicad II que se cotizaba a Bs. 52,0 y aquellas importaciones realizadas a esa tasa de cambio serán trasladadas a una tasa libre, llamado mercado marginal. Y en tercer lugar, crear un mercado marginal, que funcionaría según las odiadas leyes de la oferta y la demanda. El precio de este dólar arrancó costando Bs. 170,03.

Acá conviene recordar lo que han sido los anuncios previos del gobierno en materia cambiaria. En junio de 2010, establecieron el Sitme, para adjudicar divisas a una tasa ligeramente mayor que la tasa oficial. Dijo Nelson Merentes en aquella oportunidad que ese sistema duraría al menos cien años y en realidad feneció, víctima de la corrupción y de las propias insistencias de ese esquema. Luego, Jorge Giordani y Nelson Merentes en marzo de 2013, anunciaron el Sicad I mediante un mecanismo muy complicado de subasta y el mismo tuvo que ser eliminado y sustituido por otra modalidad para, finalmente, en abril de 2014, lanzar Nelson Merentes y Rafael Ramírez el Sicad II, con lo cual se “pulverizaría al mercado paralelo”. Ese mercado no tendría topes a la compra y su tasa fluctuaría. Ni lo uno ni lo otro y el Sicad II acaba de ser eliminado. Estos son los antecedentes de este nuevo esquema de asignación de divisas.

Durante años el gobierno estuvo satanizando al mercado paralelo de divisas, acusando a quienes en él participan y sobre todo diciendo que ese dólar no existía. Ahora sucede que la cotización del dólar en el mercado marginal creado por el gobierno toma como referencia al dólar paralelo que antes habían negado. Con un dólar ya costando oficialmente Bs. 170,03 se ha consumado la mayor devaluación del bolívar en la historia de Venezuela, con lo cual la inflación va a aumentar rápidamente.

Ello ha propiciado una división de los venezolanos en dos grupos. Uno minoritario que recibe ingresos en dólares, por distintas vías, que ahora viven en el país más barato del mundo y el otro grupo, el mayoritario, con ingresos en bolívares, depreciados por la inflación y la devaluación, que viven en el país más caro del mundo y cuyos salarios reales han caído significativamente.

Este socialismo venezolano es muy peculiar: enriquece a quienes tienen dólares y empobrece a quienes tienen bolívares.

La Teoria del golpe de estado en Venezuela


El chavismo, como movimiento político, nació de un golpe de Estado (el de 1992) y, ya en el poder en 1999, recreó su propia historia convirtiendo el golpe de abril de 2002 en un hecho fundacional. Desde entonces el relato del régimen gira en torno a su lucha contra múltiples conspiraciones y complots internos y externos.
Cada vez que el régimen está en problemas (sobre todo entre 2002 y 2004 y entre 2009 y 2015), bien Hugo Chávez, cuando vivía, o bien Nicolás Maduro en la actualidad, sacan a relucir las consabidas conspiraciones obra del “imperio agresor” (EEUU) o de la oposición “fascista”.
El último ejemplo ha tenido lugar esta pasada semana cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que grupos de la extrema derecha planeaban llevar a cabo un golpe de Estado el próximo mes de junio.
“Los golpistas [...] han dicho que junio es el mes del colapso, que en junio el pueblo se va a alzar contra el Gobierno, que junio es el mes para el golpe de Estado”, indicó el mandatario.
Según Maduro, existe un “plan para llenar de violencia el país”: “Los golpistas no han renunciado a sus intenciones de destruir el país por la vía de la violencia [...] y algunos de estos perversos golpistas ‘guarimberos’ se han dado a la tarea de buscar bandas criminales dedicadas a la violencia y contratarlas”.

UN LEGADO HISTÓRICO DE CHÁVEZ

Maduro sigue así una tradición histórica del régimen chavista.
El analista del diario El Nacional, Fernando Luis Egaña recuerda que “de este tipo de ejecutorias el oficialismo es experto. Y no me refiero sólo a las tentativas de golpe militar, sino a utilizar el tema como medio de propaganda y manipulación política, sobre todo cuando las circunstancias aprietan duro, como consecuencia de los desmanes y tropelías de la hegemonía roja. Junto con el “magnicidio”, el presunto “golpe” ha sido el expediente más manoseado de estos años; a veces juntos, a veces por separado, pero nunca faltan los referidos temitas en la palestra de la comunicación oficial. En esta oportunidad, por cierto, la notoria credibilidad del alcalde Jorge Rodríguez se suma a la cuestión. Se dirá, y con parte de razón, que se trata de un “trapo rojo” para desviar la atención sobre la catástrofe socio-económica”.
El propio Chávez, convertido en una figura nacional en 1992 a raíz del golpe de un Estado fracasado, hizo de su aventura golpista el legitimador de su posterior carrera política.

El que fuera presidente venezolano sostenía que el intento de golpe de Estado que lideró era una “necesidad histórica” que buscaba sacar a ese país del “abismo” en el que se encontraba por responsabilidad de los gobiernos “burgueses” que habrían beneficiado únicamente a algunas clases sociales. Luego, ya en el poder desde 1999, sufrió en su propia carne un golpe de Estado que no solo no le desalojó del poder sino que le sirvió para acabar con sus enemigos dentro de las FFAA y pasar a controlar PDVSA.

Y también le dio un arma para el futuro contra sus enemigos a los que siempre podía acusar de golpistas, pues ya lo habían intentado una vez, en 2002. Chávez, tras el golpe de 2002, señalaba que “los desesperados intentarán quebrar la revolución’ por medio de mecanismos como la convocatoria a huelgas generales, ‘jugando al quiebre de las empresas o al quiebre del país con la fuga de capitales”. Un año más tarde, 2003, denunciaba una “masiva conspiración nacional e internacional” en su contra, en la reunión que sostuvo en Brasil el Grupo de Amigos de Venezuela.
En 2004, volvía a la carga y denunciaba que hubo un intento de golpe de Estado conocido por el Gobierno de Estados Unidos: “Ustedes han vuelto por los caminos del golpismo y si ustedes se alzan como en abril, no van a conseguir al Chávez de 2002 y van a ser tomados militarmente por asalto, cueste lo que cueste, porque aquí se debe imponer la Constitución y las leyes, y ustedes están obligados a respetarlas”.

Cuando el régimen logró estabilizarse y desplegar un gran protagonismo internacional (2005.2009), el tema de la conspiración bajó de intensidad. De todas formas, en 2007 Hugo Chávez anunció que no iría a la toma de posesión del presidente Álvaro Colom en Guatemala por la existencia de un supuesto plan para matarlo.
“Me han llegado informaciones muy recientes que nos preocupan sobre Guatemala y que ponen en riesgo mi asistencia a la transmisión de mando del presidente Álvaro Colom, nuestro amigo, que nos ha invitado”, dijo Chávez.

De nuevo un año después, en 2008, volvía a insistir en el tema.
Chávez denunció en esa ocasión la existencia de un supuesto plan de la oposición de su país para asesinarlo: “Hace unos días estaban reunidos por allí. El plan: matar a Chávez. Bueno, bien, yo no voy a esconderme”.

“Dios sabrá, nosotros nos cuidaremos. Pero si es que llegan a hacerlo se van a arrepentir 500 años porque sé que es así. Como el 11 de abril (de 2002) el pueblo se fue a las calles y ellos se escondieron como ratas, pasaría el pueblo por encima a la oligarquía. Dios nos libre”, concluyó el líder bolivariano. En 2009, Chávez denunciaba un plan para perpetrar en Venezuela un golpe de Estado similar al de Honduras.
En 2010, el líder venezolano aseguró que los diputados opositores planteaban “lo mismo que el 11 de abril de 2002” y buscarán “siendo minoría disolver la Asamblea Nacional. Están planteando un golpe de Estado, pero no se les ocurra, midan bien sus fuerzas verdaderas porque si se les ocurre lanzarse se van a estrellar de nuevo contra la moral de este pueblo y la Revolución Bolivariana”.

En 2011, ya enfermo, volvía a la carga. Acusaba, desde su habitación de un hospital en La Habana, a la oposición de conspirar contra su Gobierno: “Aquí relajadito, acostadito (…), asimilando bien el tratamiento… No nos van a ganar las elecciones; los vamos a noquear. Andan conspirando y detrás de ellos está el imperio”. Y en 2012 Chávez no dudaba en acusar a los líderes de oposición de planear un supuesto complot para desconocer los resultados de los comicios presidenciales: “Como ellos saben que están perdiendo, estoy denunciando los planes que ellos están haciendo para tratar de generar violencia, para tratar de desestabilizar al país… hay banqueros privados que están apoyando y con mucho dinero a la oposición, tengan cuidado, señores banqueros privados… una cosa es que apoyen a un movimiento democrático… y otra cosa es que estén apoyando movimientos desestabilizadores”.

Maduro desde 2013 ha seguido por ese mismo camino que inició su maestro. Empezó cuando todavía era vicepresidente en 2013 atribuyendo a conspiradores internacionales la enfermedad del presidente Hugo Chávez. Propuso la conformación de una comisión científica para investigar este complot y acusó a Estados Unidos de buscar apoyo en las fuerzas armadas. “No tenemos ninguna duda de que llegará el momento indicado en la historia de que se conforme una comisión científica que confirme que fue atacado por esta enfermedad” por “enemigos que buscaron atacarlo”, dijo Maduro.

Así pues, mientras que la situación venezolana siga siendo tan delicada económica y políticamente, acudir a la tesis conspirativa se convierte en el último recurso de todo régimen en dificultades. Y el de Nicolás Maduro lo es...

Por tal razón es que estas ideas del magnicido es pura mentira. Lo único cierto es los Venezolanos desde hace rato no creemos ni queremos al gobierno.

martes, 10 de febrero de 2015

El Capo de Diosdado y sus amenazas....

Mientras el Presidente del Poder Legislativo, Diosdado Cabello dirigía actos administrativos usurpando funciones del Poder Ejecutivo, Nicolás Maduro amenazaba impúdicamente al pueblo: “ganaremos las parlamentarias por las buenas o por las malas”. Dos pruebas inequívocas y vehementes de que el poder dictatorial totalitarista fascista está desbocado. Existe una indiferenciación absoluta de los órganos del Poder Público que lejos de reflejar la división de poderes indispensable para que exista el Estado de Derecho, denota que las cuatro ramas de los poderes del Estado constituyen una unidad monolítica. El Estado tiene una sola cabeza y por lo tanto, en Venezuela hay dictadura.

En realidad la situación es mucho peor. No se trata solamente del colapso del Estado de Derecho –lo cual sucedió por lo menos desde 2001 cuando el Poder Judicial dio señas de ser obediente al Ejecutivo con sentencias descabelladas que aplastaron a la oposición- sino del colapso del Estado: ya las que alguna vez fueron instituciones dejaron de serlo, el Estado no ejerce sus funciones de normar y regular las actividades sociales, de proveer la infraestructura necesaria para el funcionamiento de la sociedad y garantizar la paz y derechos fundamentales como a la vida, la salud y la educación, entre otros. El derrumbamiento del Estado es tan grave que un ministerio como el de Defensa pretende derogar la Constitución, los tratados y el Derecho Internacional Penal con una simple resolución que permite a los efectivos militares disparar con arma de fuego contra manifestaciones de protesta, es decir, que establece la pena de muerte sumaria en contravención flagrante del mandato constitucional.

La amenaza de Nicolás de ganar “por las buenas o por las malas”, es la confesión de que tiene total control, al menos, sobre el Poder Electoral, si es que “por las malas” sólo significa “con fraude”. Pero la anterior parece ser una interpretación generosa, ya que con la Resolución 8610 el Ministerio para la Defensa parece estar advirtiendo que garantizará la victoria “por las malas”.

Aun cuando las razones que sustentan la amenaza son obvias ya que con ella el Poder Ejecutivo se jacta de que el Electoral no es más que una oficina controlada por este, cuya única función es montar elecciones para simular democracia y hacer fraude para perpetuar la dictadura, y en consecuencia sería inoficiosa, la oposición debe exigir enérgicamente una explicación al régimen acerca del significado de las palabras de Nicolás. También debe conminar al CNE para que se pronuncie y fije su posición ante semejante desafuero; es su deber legal.

Lo primero que habría que preguntarse es qué sentido tiene hacer elecciones si ya el dictador ha garantizado que a todo evento su partido las ganará, incluso usando violencia para lograrlo. También cuál es el significado exacto de “por las malas”. ¿Acaso nos están diciendo que debemos aceptar el fraude que con toda probabilidad perpetrarán so pena de ser exterminados a punta de fusil si protestamos?

En una sociedad sumida en total anomia, en la que el pueblo ha sido degradado hasta el punto de que ya ni siquiera es masa, sino reses (cosas) que son marcadas con números escritos en la piel en interminables colas para poder comprar la escasa comida; en la que las calles están bajo el imperio del hampa patrocinada por el propio “Estado”, y un policía mata a otro para robarlo; en la que un organismo de seguridad se bate a tiros con un grupo armado irregular creado y mantenido por el propio gobierno; en el que el Poder Público es una guarida de malhechores y narcotraficantes; en la que los enfermos mueren por falta de medicinas; en la que los recién nacidos son puestos en cajas de cartón ataviados con bolsas de basura a modo de pañales; en fin, en una sociedad en la que no se consigue ni papel tualé para satisfacer la higiene más básica; cualquier cosa puede pasar.

De manera que la abyecta amenaza del ilegítimo Nicolás debe ser tomada muy en serio por las fuerzas de la resistencia, especialmente en un año en el que se prevé una conmoción social de magnitud inédita en el país, en la cual el régimen ha advertido mediante señales claras que utilizará violencia letal, la cual sin duda será acompañada de una terrible represión con el objeto de arrasar con la oposición, en una apuesta desesperada para permanecer en el poder y terminar de instaurar el comunismo.

Esto es, si es que este plan no es abortado por una FAN que en vez de defender a una élite gobernante abominablemente corrupta, asuma la protección de ese pueblo al cual se le debe de acuerdo con la Constitución y las leyes, evitando así muerte y destrucción en gran escala. Los jovenes estudiantes son quienes se atreven a dar la para por el pais... Pedire a Dios para que les proteja durante esta gran cruzada que han decidido emprender por el bien del PAIS....

lunes, 26 de enero de 2015

Visita a Leopoldo Lopez fue Negada

Llegaron hasta la puerta de la cárcel militar de Ramo Verde, pero no les permitieron el ingreso.
Los expresidentes Andrés Pastrana (Colombia) y Sebastián Piñera (Chile) no pudieron ver al dirigente de Voluntad Popular (VP), Leopoldo López, retenido desde febrero del año pasado. La visita al político no fue autorizada.
La negativa les extrañó, dicen, pues aseguran que la visita a los presos es un beneficio común en los regímenes democráticos.

“No hemos venido a Venezuela a apoyar ningún golpe estado. Tampoco estamos respaldados por dinero sucio. Venimos a Venezuela, invitados por demócratas de este país. Quiero pedirle al presidente -Nicolás- Maduro que permita la libertad de Leopoldo López, él puede discrepar de sus ideas, pero no tiene derecho a silenciarlo”, expresó Piñera.

No solicitaron un permiso especial, aclararon los exmandatarios, porque el domingo es un día habitual de visita en Ramo Verde. "Esta decisión de no permitirnos entrar nos llama la atención. Qué puede esperar una madre venezolana que tiene un hijo preso si este es el trato que reciben unos expresidentes”, indicó Pastrana.
Piñera, aseguró que todos los presos en países democráticos tienen derecho a ser visitados y ese derecho está siendo violentado en Venezuela. “Yo espero que esta situación cambie”.

Permiso negado
De acuerdo a un comunicado difundido por el equipo de prensa de López, el propio Piñera habría pedido a la Embajada chilena en Caracas que se comunicara con Miraflores para plantear la restricción.  Pero, según la versión  divulgada, fue ratificada la negativa. 

“Hoy más que nunca el mundo está pendiente de lo que aquí sucede y nosotros vamos a estar muy atentos de lo que esté pasando en Venezuela”, manifestó Pastrana. 

Hechos como éste nos demuestra que Venezuela no está sola y a pesar de que solo sean tres los ex presidentes que en esta ocasión quisieron ver y palpar de primera mano lo que ocurre en el pais a diario, ellos seran los porta voces al mundo de lo que aquí pasa en realidad. No hay estado de derecho y por tal razón los Venezolanos no tenemos derecho a nada según este regimen...

sábado, 24 de enero de 2015

Lo que le faltaba a Maduro


El flamante diputado de Unidad Demócrata, (UD), Wilson Santamaría protagonizó un polémico y particular momento cuando el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro llegó a la plaza Murillo para participar de los actos de posesión del Evo Morales. 

El representante opositor intentó acercarse al mandatario venezolano para exigirle el pago de la deuda que tiene el país caribeño con la Empresa Pública Nacional Textil (Enatex).

El pasado 9 de enero pasado la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, dijo que el Gobierno dejó de confiar en el mercado de Venezuela debido a una deuda de 16 millones de dólares por las exportaciones de prendas de Enatex. Según la autoridad esta deuda generó problemas de liquidez a la empresa.

“Estamos pidiendo al presidente que viene tan rara vez a Bolivia venga a cancelar su deuda con Enatex. Venezuela es el país que más del debe a la empresa y mire cómo está la empresa y los trabajadores. Estamos del lado de los productores y no del lado de quien hace politiquería y discurso”, dijo el diputado representante de La Paz.

“Nicolás Maduro pague su deuda millonaria con Enatex Bolivia” decía el letrero que exhibía el parlamentario antes de acercarse al mandatario. No obstante, personal de seguridad impidió que Santamaría se acercara  y le rompieron el cartel. Que desgracia tan grande cuandose habia visto que un pueblo tan noble como el de Bolivia le exigiera al de Venezuela la cancelación de su deuda

Maduro: Informa a los venezolanos de su plan...

Escuchar al Presidente de la República con motivo de su mensaje ante la Asamblea Nacional, mediante el cual según el artículo 237 de la Constitución Nacional debería dar cuenta de los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión durante el año anterior, causa asombro –por no decir cualquier otro calificativo–. Un discurso que no innovó en forma alguna en su tónica, pues en términos generales fue más de lo mismo. Aunque es de destacar que durante el mismo nunca tocó el aspecto esencial del mensaje: “entregar cuentas”, no hubo un balance en lo social que dilucidara las dudas en temas claves en Venezuela como lo son: la seguridad personal, la situación carcelaria, y unas palabras de condolencias por las más de 24 mil muertes violentas que hubo en el país durante el año 2014.

Tampoco se refirió a dos temas centrales que contribuyen al estado ineficiente del actual gobierno: La corrupción y la impunidad, ni siquiera hizo referencia a que con esa excusa tuvo una ley habilitante que usó para todo, menos para combatir esos males. Su discurso fue un despropósito de palabrerías que no dijeron nada, y peor aún no generó confianza, dejando una serie de interrogantes abiertas: ¿Por qué Venezuela entró en recesión, cuando en 2014 el promedio anual del barril de petróleo fue de $90? ¿Qué justifica los controles de precios si la inflación cerró en 64%? ¿Dónde están los alimentos que producen las empresas expropiadas por el Estado? ¿Ha crecido el empleo?

“Nuevo sistema cambiario”
Desde su implementación en el 2003 el control de cambio llegó con la excusa de que era para “proteger” la economía venezolana, a casi 12 años de su aplicación sólo hay una realidad: es un arma de control político usada a discreción por el gobierno nacional, ha sido una fuente de corrupción y despilfarro de los recursos de la República con la mayor impunidad posible. Recordando que fue el propio ex ministro Jorge Giordani quien denunció la existencia de empresas de maletines que se llevaron más de 20 mil millones de dólares (casi la cantidad pírrica que hoy tiene Venezuela en reservas internacionales), denuncia de la cual a esta fecha nadie sabe qué pasó con los responsables.

En su discurso el Jefe del Estado anunció en forma titubeante la implementación de tres tipos de cambio, destacando obviamente que nunca habla de la devaluación que sufre la moneda con la aplicación de estas medidas, y además que contradiciendo a todos los especialistas respetables en la materia dejó el valor de Bs 6,30 por dólar para los sectores de alimentación y salud a los que discrecionalmente el CENCOEX les seguirá asignando las divisas. ¿Se habrán acabado las empresas de maletín? ¿Cuáles son las empresas que gozan de ese tipo de cambio?

“Medidas económicas para salir de la crisis”
¿Cómo puede un gobierno que dice no reconocer la crisis que tiene en frente tomar las medidas apropiadas para resolverla? Difícilmente se puede dar una única respuesta a esta pregunta, lo cierto es que la ideología política se antepone a la realidad y a los requerimientos de una economía sana. Venezuela hoy sufre las consecuencias de la implementación de una serie de políticas económicas ineficientes y a todas luces erradas. El mayor responsable del estado en que se encuentra el país es el actual gobierno, que durante estos 15 años de gestión ha hecho un desastre con los recursos de la República, dilapidando los mayores ingresos petroleros en la historia del país y violando descaradamente el espíritu, propósito y razón del artículo 299 de la Constitución Nacional que establece los principios que deben regir el régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela entre ellos: la democracia, la eficiencia, la libre competencia y la productividad; así como la obligación de que el Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promuevan el desarrollo armónico de la economía nacional.

Para colmo de males, un jefe de Estado que está muy lejos de llegar a ser un estadista y que se encuentra dentro de un grupúsculo de aprovechados que con la máscara del sesgo ideológico, encubren el germen más dañino del país: “la corrupción”; dice en medio de su locuaz discurso las dos palabras que más confianza generarán a la hora de anunciar medidas económicas para salir de la crisis del país: “DIOS PROVEERA”.

jueves, 23 de octubre de 2014

Maduro sigue cayendo




Según un sondeo de la encuestadora Datanálisis realizado entre el 25 de septiembre y el 7 de octubre, “la aprobación a la gestión del presidente de Maduro cayó 5,2 puntos porcentuales a un mínimo de un 30,2 por ciento”.


 La peor experimentada por un presidente de la República desde la crisis política de los años 2002-2004, cuando el entonces presidente Chávez, bajó del 80 por ciento de aprobación, a casi los mismos números que hoy tiene Maduro. El ciclo alcista de los precios del crudo que se extendió del 2004 al 2008 hasta un límite no experimentado antes de 128 dólares el barril, vino en rescate del afortunado teniente coronel, quien los aprovechó para establecer una audaz política clientelar que le permitió morir en “olor de popularidad” el 5 de marzo del 2013, cuando un cáncer dio cuenta de su vida.

Pero ya no hay ciclo alcista, sino una caída indetenible de los precios que ya los reportan a 70 dólares el barril (con una expectativa razonable de que bajen hasta los 40) y Maduro se ha desplomado, no del 80 por ciento de aprobación, sino del 44, que fueron “los mejores” números que alguna vez llegó a tener.
Por otra parte, una feroz crisis de desabastecimiento en alimentos y medicinas, una inflación (la más alta del mundo) que a finales del año rozará el 100 por ciento, e índices de criminalidad que cobran 25 mil víctimas anuales, nos revelan un país literalmente en bancarrota, clamando por un relevo que permita superar “el hundimiento” .

¿Cuál sería en tamaña emergencia la única SALIDA que prevén los analistas para que Maduro escape al desastre y le suministre al país una leve esperanza de recuperación? Pues cambiar el modelo socialista que heredó de Chávez y que subyace bajo el crujir de todos los índices económicos.

Sin embargo, no aparece que esté en los planes del sucesor, quien prefiere hundirse con el barco, antes que repararlo... Este es el resultado total de la encuesta:


La firma Datanálisis revela que la valoración del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, alcanzó su nivel más bajo con una desaprobación de 67,5%, mientras que el chavismo pierde adeptos, con 28,9% de personas que se autodeclaran partidarios suyos, contra 38% a favor de la oposición. Realizada entre el 27 de septiembre y el 7 de octubre entre 1.300 personas, la encuesta muestra que el 67,5% de los consultados valoró de forma negativa la gestión de Maduro, heredero político del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) y que asumió el poder tras ganar las elecciones en abril de 2013.


Los que aprobaron la gestión de Maduro, quien según Datanálisis tuvo su mayor valoración positiva al asumir la presidencia con 55,2%, representaron en esta oportunidad el 30,2%. Sobre las simpatías partidistas, el estudio muestra que el oficialismo pierde adeptos, ya que 28,9% se autodeclaró chavista, uno de los niveles más bajos en la década.

En contraste, la oposición alcanzó el mayor número de adeptos en 10 años al sumar 38%, mientras que el 28,9% se declara sin simpatía partidista. Sobre la situación del país, Datanálisis señala que el 81,6% de los encuestados la consideró de regular a muy mala contra 18,2% de regular a muy buena.

Entre los políticos de oposición, Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda, tuvo una evaluación negativa de 46,4% y una positiva de 42,1%. Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular encarcelado desde febrero acusado de incitar a la violencia en manifestaciones antigubernamentales, tuvo una evaluación positiva de 45,6% contra una negativa de 40,0%.

Según la comparación histórica de la firma Datanálisis, que abarca poco más de una década, ésta es por lejos la peor valoración que ha tenido el chavismo, en el poder desde 1999.

Venezuela atraviesa una complicada situación económica marcada por una inflación superior a 60% anual, una aguda escasez de productos básicos y sequía de divisas, lo que desató de febrero a mayo pasados cruentas protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos.