El golpe fue durísimo, sobretodo porque el
día transcurrió con una euforia triunfalista muy importante en el sector
opositor. Luego, hacia el final de la tarde, la cuestión se complicó y de qué
manera se complicó.
Hoy el diario La Verdad , en Maracaibo nos
dice: “Capriles perdió la elección entre las 5 y las 7 de la noche”. Las
tendencias favorecían al candidato opositor a media tarde. Una llamada de
Chávez aceleró la maquinaria del PSUV y
capitalizó su victoria al final. (…) El abanderado de la MUD reveló que el Presidente
concretó a última hora su victoria a punta de presiones y sobornos a los beneficiados de los planes
del Gobierno. (…)“Yo mandé –dice Capriles- a chequear las colas y todos eran
electores del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), ¡todos! Con la
operación remate entre las 5 y 7 de la noche fueron puerta por puerta a buscar
gente”.
Jorge Rodríguez reconoció ayer en el programa
de Rangel que una llamada de Chávez aceleró la votación a su favor. ¿Cómo puede
una llamada cambiarlo todo? Evidentemente, no es la llamada, es la orden. Ante los discursos de fraude, que poco llevan a ningún lado, es
importante detenerse en cómo se pudo aceitar en el PSUV una maquinaria de esta
manera, cosa que no tenía, por supuesto, la oposición; y no la tenía, entre
otras razones, porque no tenía ni el dinero ni el poder para llevarla adelante.
Se entiende, para poder llevar a cabo una “operación remolque” de esa envergadura, de esa dimensión, hace
falta muchísimo dinero, más, obviamente, los mecanismos del Estado.
El Diario 2001, también reconoce esto: “El
chavismo remató entre las 4 y las 6 pm”. Jorge Rodríguez, ex jefe del Comando
Carabobo, asegura que la votación opositora se estancó en las primeras horas de
la tarde del 7 de octubre.
Muchos decían, “claro, después de haber
votado, los opositores se pusieron a ver el juego del Real Madrid y el Barsa”.
Creo que es exagerado decir que se perdió por un juego de fútbol que, además,
ocurrió al otro lado del océano. Pero es importante reparar en este detalle. Es
importante reparar en esto y en tantas otras razones que condujeron a esa
derrota del 7 de octubre. Por ejemplo, El Nacional hoy llama la atención sobre
lo siguiente: Los politólogos Luis Salamanca y Nicmer Evans afirmaron que la
activación de las misiones para los campesinos y la estructura del Estado en
estas regiones (los llanos) donde no hay desarrollo de la inversión privada
fueron decisivas para garantizar la victoria.
Hasta Leopoldo López hoy hace sus críticas. Leemos en El Universal:
“López llama a la MUD
a trascender de los episodios electorales”. Para el líder de Voluntad Popular
la derrota del 7 de octubre se debió al ventajismo, pero también a fallas en la
oposición. -¿Qué tipos de fallas? Dice Leopoldo: “…la oposición debe realizar
una profunda reflexión y revisión sobre su organización, manera de comunicar y
acompañar a la ciudadanía…”
Ya habíamos comentado cómo habían surgido los
zamuros de la política, esos personajes que se quejan de que “a mí no me
convocaron”, “a mí no me llamaron”. ¿Y a cuenta de qué? ¿Por qué usted
voluntariamente no fue? Tantos
articulistas que están por allí ahora diciendo, soltando denuestos en contra del candidato y de la mesa. Hoy de ello se ocupa el
editorial de Tal Cual, firmado por Fernando Rodríguez, bajo el título
“Elecciones sucias”. Luego hay un trabajo en páginas interiores bajo el título:
“Detallan los errores que le costaron a
Capriles la silla presidencial”. ¿Por qué perdió Capriles? Aquí
la periodista, Marisela Castillo Apitz, trata de estudiar alguna de esas razones.
Viene, en efecto, el tiempo de la reflexión,
el tiempo del balance, todo ello muy importante. Pero sería bueno, que esos
balances se hicieran con los pies muy clavados en la tierra, sobretodo porque
si hay un camino -cosa que no dudamos-
hay que seguirlo caminando y la próxima parada es el 16 de diciembre.
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