
1) No tiene apoyo internacional. Todos los países democráticos la condenan. La opinión pública mundial la rechaza.
2) No tiene apoyo popular. El pueblo está en contra suya por el colapso de la economía y la hiperinflación causante del empobrecimiento general.
3) Carece de legitimidad. Está vigente el acuerdo de la Asamblea Nacional fechado en octubre del año pasado que declaró roto el orden constitucional, lo que obliga a todos los ciudadanos, civiles y militares, investidos o no de autoridad, a restablecer su vigencia comenzando por desconocer la autoridad de Maduro.
4) La presidencia está constitucionalmente acéfala o vacante desde el 9 de enero cuando la AN declaró a Maduro en falta absoluta por abandono del cargo, convirtiéndose desde entonces en usurpador. Y lo seguirá siendo hasta que entregue el cargo a quien designe la AN para que lo ejerze durante 30 días, que es el lapso fijado por la Constitución para la elección del que deba ejercerlo hasta el 10 de enero 2019 cuando vencerá el período presidencial en curso.
5) También están acéfalos o vacantes los cargos ocupados por magistrados principales y suplentes del TSJ cuyos nombramientos fueron revocados por la AN el año pasado, teniéndoseles desde entonces como usurpadores.
6) La Iglesia Católica, poder fáctico, se ha definido contra la tiranía, y en forma categórica ha llamado a la lucha.

El modo de lograr su incorporación, como se demostró en 1958, es adoptar la estrategia de la desobediencia civil activa y masiva, para cuya dirección conviene constituir un comando estratégico integrado por los partidos de LA SALIDA y la sociedad civil. Hablo de los partidos de LA SALIDA porque son los probados no-colaboracionistas. Proclives a esta alianza veía hasta ahora a María Corina Machado y VV, junto con Antonio Ledezma y su ABP. Celebro ahora ver en esta misma línea al VP de Leopoldo López. Es lo que deduzco de las últimas declaraciones Freddy Guevara. Faltaría formalizar la alianza con la sociedad civil representada por los asociaciones de independientes que ya existen nacionalmente y en estados, municipios y parroquias.
Lo que uniría a todos es la consigna simple: LA SALIDA ESTÁ EN LA CALLE, pero la calle como expresión de la DESOBEDIENCIA CIVIL ACTIVA Y MASIVA, adaptada a una estrategia de combate cuyo fin sea definir victoriosamente la batalla decisiva con la alianza cívico-militar.
En una tiranía no se pueden dar instrucciones ni de estrategia ni de organización por los medios de comunicación social. En una tiranía la resistencia debe ser clandestina, las instrucciones secretas y las movilizaciones sorpresivas.

Estudien ustedes las estrategias que aplicamos los del 58 contra la anterior tiranía y las aplicadas después por la primavera árabe y antes por Toledo en Perú. Ahí encuentran la guía para el presente.
Y, por último, asuma cada uno el liderazgo de su entorno (familia, vecinos, colegas, compañeros) y espere el llamado.
LIBERACIÓN NACIONAL...
@felixmatos77
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