domingo, 23 de febrero de 2014

Alianza Asesina y Siniestra...

Qué le recomendará La Habana a su pupilo? Obviamente, lo que le ha permitido a la dictadura cubana sobrevivir durante 55 años: mano dura. Matar, golpear, encarcelar, intimidar. Someter a la sociedad mediante el terror hasta que se convierta en un coro afinado de súbditos que aplauden sus propias desventuras. Como sucede en Cuba o en Corea del Norte.

Mientras más crueldad y fiereza, mejor para ellos. Los venezolanos saben que pueden reprimir impunemente. Se protegen bajo un manto retórico totalmente impermeable. Los enemigos son fascistas y nazis que quieren entregarle el país al imperialismo. Leopoldo y María Corina son asesinos. Es la burguesía pagada y entrenada por Estados Unidos. Quieren quitarles a los pobres el poco pan que se llevan a la boca, así es como lo denomina el oficialismo.

Ellos defienden la democracia frente a los embates de las mafias. Lo dice el chavismo y lo repite sin pudor la izquierda procomunista en todas las latitudes. La revolución es así. Un chorro turbio de palabras pronunciadas para ocultar la sangre derramada.

En mi opinión hay una alianza asesina y siniestra, pero que tenía que irrumpir dada la negativa de los oficiales y soldados de la FAN a lanzarse a las calles a reprimir la protesta que desde hace dos semanas sacude a Venezuela exigiendo el fin del gobierno de Nicolás Maduro. 

Se enlazaron, entonces, un general gorila y favorito de Diosdado Cabello, y los paramilitares llamados “colectivos” que, desde el 2004, son los jefes del hampa organizada en el país, y, olvidándose de Maduro, están en las calles disparando, incendiando, hiriendo y matando a cuanto ciudadano se les atreviese.

Ya no es posible contar sus víctimas -porque también saben asesinar y no dejar huellas- pero no dudamos en incluir entre las mismas a un pobre Nicolás Maduro que, sin saber nada de lo que pasa en Venezuela y en el poder, llevaba meses bravuconeando de que y que era su jefe.

Lo efectivo es que ya no gobierna y que solo es un títere de Rodríguez Torres, Diosdado Cabello, Juan Barrero, Darío Vivas, y otros radicales del régimen que ensayan a instaurar una dictadura del terror y la muerte en Venezuela.

Élite de fracasados, de agentes del hampa común, y soldados de los menores de un gobierno extranjero, el cubano, que por una paga los emplea para que conviertan a Venezuela en el único protectorado que pudieron tener en 55 años de seudorevolución.

No solo es criminal, sino escandalosa, porque tiene como “mentores y comandantes” a dos ancianos octogenarios que parecen más bien miasmas escapadas de un cementerio, que entes vivientes. Y que seguro tienen al infeliz Maduro entre “sus próximas víctimas”, ya que no se puede llegar al poder para promover la disolución de un país, sin consecuencias.

Ahora ¿Por qué el poder venezolano –Maduro, Cabello, los militares— está en las manos de “los cubanos”? Porque ellos, fragmentados en pequeñas tribus, también tienen miedo, y Cuba es la única autoridad externa que sujeta los pedazos. Es el extraño poder de los albaceas en medio de las familias rotas por las desavenencias.

Los chavistas venezolanos les temen a los informes de inteligencia, a las escuchas telefónicas, a los tentáculos de la policía política cubana. A la DEA, porque algunos de los militares y políticos están metidos hasta las cejas en el narcotráfico. Antes, se reunían para conspirar. Ahora no lo hacen por miedo a una delación.

Menos mal que también hay cubanos nobles. Me conmovió que Leopoldo López diera su discurso final a los pies de la estatua de José Martí. Ése era de los buenos y a hay pocos eh...




No hay comentarios:

Publicar un comentario